Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores.
Y sucedió que una florecita
Y sucedió que una florecita
pequeña le suplicó repetidamente con voz temblorosa:
-iNo me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oia.
-iNo me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oia.
Por fin, cuando el Creador hubo terminado su tarea,
pudo escuchar aquella vocecilla
y se volvió hacia la planta.
Mas todos los nombres estaban ya dados.
La plantita no cesaba de llorar y el Señor la consoló así:
-No tengo nombre para ti,
-No tengo nombre para ti,
pero te llamarás "Nomeolvides".
.
Y asi esta flor pequeñita
pero de colores tan llamativosy alegres
le fue regalado su nombre .
Asi que ya sabes cuando veas una no me olvides
por ahi
recuerda esta historia :D
.
3 comments:
Qué bonita historia, Paulina!!
Besos, amiga mía!!
charo
que foto tan hermosa, me encantaria tener mi jardin llena de esos colores
A Dios le encantan los jardines.
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